En 1935 se establecieron en Puerto Deseado empresas que devastaban las mansas colonias en la época de nidificación y cría para comercializar el cuero y la grasa.
Esas empresas fueron finalmente desmanteladas, pero hoy un nuevo peligro se abate sobre la especie: la grave contaminación de los océanos.
Los desechos industriales convierten el mar en un gigantesco basurero e intoxican sus aguas. Hace algunos años comenzaron a hallarse vestigios de mercurio en los huevos de los pingüinos que anidan en la costa malvinense y es casi cotidiano el espectáculo lamentable que ofrecen los pingüinos empetrolados.
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